miércoles, 25 de julio de 2012

Declaración de fe

Hoy decido por mi propia volundad someterme plenamente a Dios como se me ha dado a conocer mediante las Sagradas Escrituras, las cuales acepto con sinceridad como única norma inspirada, infalible y autorizada para toda la vida, En este día no juzgaré a Dios, su obra, a mi mismo o a otros basándome en sentimientos o cincunstancias.

Reconozco por la Fe que el Dios Uno y Trino es digno de toda honra, alabanza y adoración como Creador, Sustentador y fin de Todas las cosas. Confieso que Dios, mi Creador, me hizo para Sí; por tanto, en este día escojo vivir para El.

Reconozco por la Fe que Dios me amó y me escogió en Jesucristo antes del comienzo de los tiempos.

Reconozco por la Fe que Dios ha mostrado su amor por mi enviando a Su Hijo a morir en mi lugar, haciendo provisión en El para mis necesidades pasadas, presentes y futuras mediante Su obra redentora, y que he sido avivado, resucitado y sentado con Jesucristo en los lugares celestiales, así como ungido con el Espíritu Santo.

Reconozco por la Fe que Dios me ha aceptado, puesto que he recibido a Jesucristo como Señor y Salvador. Que El me ha perdonado. Me ha adoptado en Su familia, asumiendo toda responsabilidad por mí. Me ha dado vida eterna. Me ha aplicado la perfecta justicia de Cristo, de modo que estoy justificado. Me ha hecho completo en Cristo. Y se me ofrece a Si mismo como mi suficiencia diaria por medio de la oración y de las deciciones de Fe.

Reconozco por la Fe que el Espíritu Santo me ha bautizado en el Cuerpo de Cristo. Me ha sellado. Me ha ungido para la vida y el servicio. Me está guiando a un caminar más profundo con Jesucristo. Y quiere llenar mi vida de Él.

Reconozco por la Fe que solo Dios puede tratar con el pecado y producir una vida santa. Ahora confieso que para vivir una vida santa no puedo sino rendirme a Su voluntad y recibirle a Él como mi santificación, confiando en que hará todo lo necesario, en mi vida externa e internamente a fin de capacitarme para vivir en pureza, libertad, descanso y poder para Su gloria.

Habiendo confesado que solo Dios es digno de toda alabanza; que las Escrituras son la única norma autorizada; que solo Dios puede tratar con el pecdo y producir la sandidad de vida, reconozco de nuevo mi total dependencia de Él y mi sumisión a Él. Acepto la verdad de que el orar en fe es absolutamente necesario para que se cumpla la voluntad y la gracia de Dios en mi vida diaria.

Reconozco que la fe es una respuesta completa a Dios por la que me apropio de la provisión diaria que el Señor ha hecho, me comprometo a lo siguiente:

1.- Para éste día, decido por la Fe rendirme plenamente a la autoridad del Dios que se ha revelado en la escritura, obedeciéndole. Confieso mi pecado, acepto la pecaminosa realidad de mi vieja naturaleza y escojo voluntariamente andar en la luz, de acuerdo con Cristo, durante todas las horas de éste día.

2.- Para éste día, decido rendirme plenamente a la autoridad de Dios, como se revela en la Escritura, creyendo en El. Acepto como autoridad final solamente Su Palabra. Ahora creo que, puesto que he confesado mi pecado, El me ha perdonado y limpiado. Acepto que la promesa de Su Palabra es MI TODO y mi descanso, y me conduciré de acuerdo a ello.

3.- Para éste día, decido por la Fe reconocer que Dios ha provisto todo para poder cumplir Su Voluntad y Su Llamado. Por tanto, no pondré ninguna excusa por mi pecado o fracaso.

4.- Para éste día, me decido a recibir voluntariamente de Dios la provisión que El ha hecho para mí.  Renuncio a todo esfuerzo propio por conducir mi vida cristiana y cumplir el servicio a Dios; así como también toda oración pecaminosa que pide al Señor que cambie las circunstancias y la gente para que yo pueda ser mas espiritual; renuncio igualmente a retraerme en modo alguno de la obra del Espíritu Santo dentro de mí y del llamamiento externo de Dios, y desecho cualquier motivo, meta o actividad que no sea bíblica y sirva a mi pecaminoso orgullo.


Ahora recibo sinceramente a Jesucristo como mi santificación y en particular, como la limpieza de mi vieja naturaleza; le pido al Espíritu Santo que aplique la obra de Cristo realizada a mi favor en la crucifixión. Además, en cooperación con El y dependiendo de El, obedezco al mandato de "despojarme del viejo hombre".

Recibo sinceramente a Jesucristo como mi santificación, en particular como mi capacitación, momento a momento, para vivir por encima del pecado, y pido al Espíritu Santo que me revele la obra de la Resurrección, a fin de poder andar en Novedad de Vida. Confieso que solo Dios es capaz de tratar con mi pecado y producir la santidad y el fruto del Espíritu en mi vida. Cooperando con Él y dependiendo el Él, obedezco al mandato de "Revestirme del Nuevo Hombre".

Recibo a Jesucristo como mi liberación de Satanás, y ocupo mi posición con Él en los lugares celestiales, pidiéndole al Espíritu Santo que me aplique la obra de la Ascensión. En su nombre me someto a Dios y resisto a toda influencia y sutileza del diablo. Con la ayuda de Dios, y dependiendo de El, obedezco el mandamiento de "resistir al diablo".

Recibo al Espírtu Santo como mi unción para cada aspecto de mi vida y servicio en el día de hoy. Abro por completo mi vida a Él para que me llene de nuevo en obediencia al nuevo mandamiento de "ser llenos del Espíritu Santo".

Habiendo hecho estas confesiones y tomado estas decisiones de fe, ahora recibo el descanso que Dios ha prometido para éste día. Por tanto, descanso en la fe, sabiendo que en el momento de tentación, prueba o necesidad, el Señor mismo estará conmigo como mi forzaleza y suficiencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario